Dos mujeres que llegan desde Noruega pero con todo el sabor del folk-blues como si hubieran nacido al pie de los montes Apalaches o en el Delta del Mississippi. Su país de origen no importa porque llevan toda la fuerza del blues metida en el alma, no solo por haber crecido escuchando esta música sino también por su origen y por otras características como los caminos polvorientos, viajes interminables, presentaciones aquí y allá.
Encontramos con este dúo un par de voces fuertes, mezcladas en buena forma, con unas raíces muy profundas en los géneros que interpretan, por lo que son capaces de conseguir expresiones sinceras, llenas de valor, de sangre fría, ofreciendo un paisaje sonoro que va desde lo simple hasta lo complejo, basándose en las repeticiones progresivas de acordes que van de la mano con sus emociones, llenando cada canción de una fuerza cruda que hace olvidar todo lo que ocurre alrededor. De esta manera sus canciones son muy naturales, llenas de talento, gracias a la parte vocal y a las letras.
Desde una tierra fría, como Noruega, puede llegar a nuestros oídos la calidez del blues. Rita Engedalen y Margit Bakken lo demuestran.
Me gusta su sonido