“Let It Go” es el nuevo disco del guitarrista Bernard Allison, que se siente como un regreso a casa. Primero, porque fue grabado con Ruf Records, disquera alemana fundada en 1994 para registrar varios de los últimos discos de su padre, el famoso Luther Allison; segundo, porque Bernard se trasladó de París, donde tiene su residencia, al estado de Tennessee para grabarlo; y tercero, porque decidió no usar teclados ni vientos para centrarse en la instrumentación básica guitarra, bajo y batería. El resultado son 12 canciones con un sonido crudo, que mueven al oyente a dejarse ir por entre las notas y las letras muy maduras. Lo que se hereda no se hurta, dicen por ahí, y Bernard Allison lo está cumpliendo a cabalidad. Luego de sorprender a los 13 de años de edad con su talento y de beber directamente de las fuentes del blues para luego trabarlo de forma experimental, ha regresado con todo el verdadero blues en sus venas.